El Día Mundial de la lucha contra la Desertificación y la Sequía ha sido designado para recordar y actuar sobre esta problemática creciente relacionada con la degradación del suelo y sus consecuencias sociales y económicas.

 

La desertificación es el resultado de un ciclo de degradación de la tierra. Como consecuencia de la sobreexplotación por agricultura intensiva, industria forestal y excesiva tala los suelos fértiles se convierten en tierra estéril. Entre factores que desencadenan esta situación, describen en Ecologistas en Acción, se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, que causa daños ambientales como la salinización y el agotamiento de los acuíferos. También puede mencionarse la pérdida de la cubierta vegetal, las actividades industriales, el turismo en masas y la agricultura de regadío.

 

Especialmente relevantes son las graves consecuencias para la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible a nivel mundial.